Santiago, Chile: Desarrollo de infraestructura urbana mediante la valorización de residuos de la construcción y demolición

Published on miércoles, 11 octubre 2023

La gestión circular de recursos presenta una oportunidad para lograr un desarrollo sostenible de la infraestructura urbana. El crecimiento de la ciudad pone el desafío de la sostenibilidad y la eficiencia en la expansión y mejora no solo de las edificaciones sino también en la infraestructura que conecta la ciudad y sus ciudadanos.

En este artículo, exploraremos los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) y el potencial de los áridos reciclados de convertirse en un insumo circular para la expansión sostenible de las ciudades.  Conoceremos el caso de las empresas de distribución de energía eléctrica y cómo estos nuevos materiales se están integrando de forma virtuosa en la construcción de redes más modernas y resilientes.

Materiales para la construcción: la importancia de los RCD y los áridos reciclados

Los áridos en sí son materiales granulares inertes, como gravas, arenas y piedras y son el principal insumo para la construcción de infraestructura urbana y en la fabricación de hormigones estructurales y no estructurales. La sostenibilidad de su abastecimiento y la capacidad de los sitios de extracción han sido puestas en juicio en distintas ocasiones por expertos del sector.

En cuanto a los RCD, en cada obra de demolición son producidos y normalmente destinados a rellenos sanitarios, vertederos y botaderos. De hecho, se estima que solo este año se generarán aproximadamente 7.455.000 toneladas de RCD a nivel país.

La doctora y directora del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de La Frontera, Viviana Letelier, ha señalado que estos residuos tienen un contenido de hormigón “entre un 30% y un 45%”. Estos materiales pueden convertirse en áridos reciclados, ya que se ha demostrado que sus características físicas no difieren mucho de los áridos naturales, especialmente cuándo se trata de hormigones endurecidos con cantidad de mortero inferior al 3%. Por lo tanto, podrían ser una solución real a la escasez de áridos naturales que se proyecta.

La construcción de redes de distribución de energía eléctrica en las ciudades también se enfrenta a estos desafíos

En la Región Metropolitana, alrededor del 20% de las redes de media y baja tensión son subterráneas y en su construcción los áridos son el principal insumo. Como orden de magnitud, cada metro lineal de red subterránea requiere alrededor de 1 m3 de áridos y son utilizados como material de relleno para las trincheras donde se instalan las canalizaciones eléctricas y otros servicios básicos. Al mismo tiempo, la construcción de redes produce RCD por la remoción de calzadas y veredas que pueden ser convertidos en áridos reciclados, siempre y cuando se realice una correcta separación y valorización.

A través de un enfoque de economía circular, podemos reemplazar, al menos en parte, los áridos naturales para la construcción de infraestructura con un árido reciclado, como ya lo ha explorado Enel Distribución en Chile. De esta forma, se reducen los impactos ambientales de su extracción y se da una solución de valorización a los RCD producidos.

Para que este sistema se instaure en el país y sea una solución concreta para el sector, tanto en la edificación como en la infraestructura, se necesita avanzar en estos puntos:

1. Existencia de un marco regulatorio para los áridos reciclados

Actualmente se encuentra en actualización la Norma Chilena NCh 163 Áridos para morteros y hormigones, la cual incorporará a los áridos reciclados como un insumo de infraestructuras sostenibles. Se espera que en 2024 ya se encuentre aprobada. Los áridos reciclados tienen el potencial de utilizarse en la construcción de nuevas redes eléctricas subterráneas, promoviendo el reemplazo de los áridos naturales.

2. Tecnología y capacidades para la selección y clasificación

La inversión en tecnologías especializadas permite separar eficazmente los materiales reciclables, como áridos, de los RCD, mejorando su calidad y facilitando su valorización en proyectos de construcción, que incluyan redes eléctricas subterráneas. Mediante la implementación masiva de la norma NCh 3562 sobre gestión de residuos, las empresas podrán mantener una separación de residuos en origen, un aspecto crucial para facilitar los procesos de valorización.

3. Promover capacidades e infraestructura para Valorización y Reciclaje

Este enfoque no solo reduce la cantidad de RCD que terminan en disposición final, sino también permite cerrar el ciclo de los materiales para la fabricación de áridos reciclados. Para fomentar la reutilización de materiales de construcción se debe regularizar, crear y expandir la construcción de plantas de reciclaje en Chile. Hoy, la capacidad de las plantas existentes es limitada y el emplazamiento de nuevas plantas permitiría que el mercado de áridos reciclados sea más competitivo, fomentando empleos locales y potenciando los negocios verdes.

4. Concientización y colaboración

La educación y la concienciación son fundamentales para promover prácticas sostenibles en la industria de la construcción, integrando principios sostenibles en los procedimientos corporativos que regulan la gestión de las obras. La adopción de buenas prácticas en actividades de demolición es fundamental en este sentido. Al mismo tiempo, la colaboración entre el sector público-privado y con organizaciones de la sociedad civil es esencial para impulsar la economía circular en el rubro. Esto puede incluir la creación de alianzas para la gestión y valorización conjunta de RCD y la promoción de la reutilización de áridos reciclados dentro de los territorios.

5. Innovación: áridos negativos en CO2

Actualmente, se están estudiando áridos reciclados que absorben CO2 durante el proceso de carbonatación acelerada, una reacción química realizada mediante la inyección del gas bajo presión, que permite mejorar las propiedades de estos materiales. Un proyecto FONDEF liderado por Viviana Letelier ha probado a nivel piloto que estos áridos pueden ser equivalentes estructuralmente a los naturales, o incluso mejores. El proceso permite además que puedan reemplazarse en mayor proporción en la fabricación de hormigones respecto a los no carbonatados. Por tanto, la economía circular en este sector puede ser realmente una alternativa viable, escalable y también sostenible.

La construcción de infraestructura en ciudades enfrenta retos significativos en términos de sostenibilidad y gestión responsable de recursos. Sin embargo, a través de la adopción de principios de economía circular, es posible hacer frente estos desafíos, proteger el ecosistema natural y garantizar infraestructuras resilientes y duraderas.