Pesquisa y Desarrollo para promoción de la Circularidad

Published on viernes, 15 julio 2022

Cuando pensamos en cambiar el paradigma del modelo económico lineal y su transición a la economía circular, uno de los principales elementos que hay que tener en cuenta es la apertura a la innovación. Superar las barreras que plantean los modelos de negocio, los modelos legales, las limitaciones tecnológicas, entre otros, representa una necesaria reformulación no solo de la forma en que producimos, actuamos y pensamos la sociedad.

En este sentido, asociar el desarrollo económico al mejor aprovechamiento de los recursos naturales, con nuevas estrategias, optimizaciones en la fabricación de productos, menor dependencia de materias primas vírgenes, priorización de insumos más duraderos, reciclables y renovables, implica una tarea que ayuda a integrar centros de investigación, empresas y sector público. Por estas razones, observamos el avance de la circularidad como tema de Investigación y Desarrollo (I+D) en todo el mundo.

Las universidades han ido dedicando cada vez más tiempo e inversiones creando posgrados e insertando cátedras sobre circularidad en cursos de Ciencias Biológicas, Ingeniería, Arquitectura y Urbanismo, Economía y muchos otros. Un movimiento que contribuye significativamente a aumentar el número de investigaciones realizadas. Centros educativos vinculados a la industria, como el SENAI (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial) también han desarrollado cursos de formación de corta duración en economía circular, capilarización la temática y contribuyendo a la promoción de la innovación y la tecnología intrínsecamente en diferentes sectores. Se ve la expansión de un tema tan importante también en la iniciativa privada, que ayuda a financiar estudios que resuelven desafíos específicos en los encadenamientos empresariales, la expansión de la actividad de la economía circular en diversos sectores. La identificación de lo que es Economía Circular es muy importante para ver eso, por ejemplo, en Brasil, el 76% de las industrias utilizan las actividades básicas de la economía circular, como la reutilización del agua, el reciclaje de materiales y la logística inversa. Sin embargo, más del 70% de estos no saben conceptualizar qué es la economía circular[1].

Las Políticas Públicas son otros impulsos fundamentales que contribuyan a la expansión del tema, impregnando de manera más concreta todos los sectores industriales. Entre los principales éxitos globales se encuentra el Programa de I+D de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), en Brasil, que destina parte de los recursos de las empresas del sector energético a diferentes tipos de investigación. Con ese recurso, por ejemplo, fue posible iniciar la integración de diferentes centros de investigación y empresas para la circularidad de los materiales de los medidores que serán retirados de la red de Enel Distribuição São Paulo y la reducción de la demanda de materiales para la construcción de los nuevos modelos. El estudio del proyecto Circular Smart Meter buscó identificar y crear opciones para la reutilización del plástico en la producción de nuevos medidores y otros equipos y productos, para reducir su impacto tanto en la producción como en la eliminación.

En cuanto a ciudades y procesos colaborativos, se puede mencionar el programa Reinventing Cities de C40. Un modelo de competición, para fomentar el desarrollo de proyectos urbanos que transformen espacios, antes obsoletos e infrautilizados, en espacios sostenibles y circulares en todo el mundo. Muchos proyectos y soluciones se proponen en todo el mundo, en América Latina, como ganadores de los últimos años, en el Ciudades como Buenos Aires, Bogotá y Quito proyectos con acciones como energías renovables, medidas de eficiencia energética, baterías, así como la reutilización de materiales. Otro programa importante del C40, de gran protagonismo, es el Cities100 y varios proyectos brasileños, en las ciudades de São Paulo, Río de Janeiro y Salvador fueron catalogados como destacados[2]. Asimismo, en torno a una central hidroeléctrica, en el río Doce (MG), el proyecto Rede Condonga une a la comunidad y la academia en la búsqueda de soluciones circulares para casi 20 millones de relaves, con el objetivo de reducir el impacto ambiental, y crear nuevas actividades económicas con generación de ingresos para la población y fomentar la investigación. [3][4]

Existen varios proyectos y programas que fomentan la búsqueda de soluciones circulares que promuevan un cambio de paradigma en la forma de vida y producción actual. En este contexto, las ciudades han ganado protagonismo ya que, a pesar de que solo el 3% de la superficie total del planeta está ocupada por ciudades, concentran más de la mitad de la población mundial. Por otro lado, son responsables del 70% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Así, los esfuerzos en investigación sobre acciones circulares también contribuyen a la descarbonización.

 

 

[1] https://www.portaldaindustria.com.br/industria-de-a-z/economia-circular/ https://www.investe.sp.gov.br/noticia/brasil-tem-tudo-para-ser-referencia-na-economia-circular/

[2] https://www.c40knowledgehub.org/s/article/Cities100-2019?language=en_US

[3] https://www.redecandonga.com.br/

[4] https://www.fundep.ufmg.br/economia-circular-no-brasil/